Cuando se conmemora el cuatro aniversario del derrumbe del edificio Rana Plaza en Bangladesh, en el que murieron 1.134 personas por no reunir condiciones de trabajo mínimamente seguras, Oxfam Intermón en Zaragoza ha lanzado la iniciativa No les rebajes. Con ella, la organización quiere sensibilizar a la ciudadanía sobre las indignas condiciones de trabajo que sufren millones de trabajadores del sector textil en todo el mundo y apelar al poder que tiene cada consumidor para cambiar esta injusta situación a través del comercio justo, una opción de compra equitativa y responsable.
Hasta el próximo 13 de mayo, se invita a los consumidores que entren en la tienda ciudadana de comercio justo de la organización (calle León XIII, 24) a convertirse en activistas por un comercio justo, ya que con su compra de artículos textiles están optando por consumir productos de calidad social y medioambientalmente responsables, por los que los productores disfrutan de mejores condiciones laborales y de defensa de sus derechos. Con ello, están contribuyendo a cambiar las malas prácticas que rigen gran parte del sector textil convencional.
«En este escenario, comprar ropa de comercio justo se convierte en un auténtico acto de reivindicación y rebeldía contra las malas prácticas del sector. Quienes elegimos consumir este tipo de productos tenemos la oportunidad real de influir para que las grandes cadenas de la moda aseguren condiciones dignas en sus cadenas de valor: con los trabajadores y las trabajadoras, con los clientes y con el planeta», explica el responsable de Tiendas Ciudadanas de Comercio Justo de Oxfam Intermón, Juanjo Martínez.
«Queremos recordar lo mejor y lo peor del comercio de la industria textil y de la confección. Lo peor son las condiciones laborales extremas y la vulneración de derechos que millones de personas aún viven. Lo mejor es el gran potencial de desarrollo económico, social y humano de este comercio si estas condiciones cambian, y el mejor ejemplo lo encontramos en cómo el comercio justo mejora la vida de las trabajadoras del textil con buenas condiciones de trabajo», concluye Martínez.