La intención está. Y es buena. Ahora falta lo más importante: convertir las palabras bonitas en hechos. Para ello se antoja necesario estatuir una partida presupuestaria específica. PP, PAR e IU lo solicitaron. Fueron tres de las 33 propuestas de resolución al Plan de Director de la Cooperación Aragonesa para el Desarrollo 2016-2019, que se aprobaron en el último Pleno de las Cortes aragonesas.
En total se presentaron 38, de las que dos fueron retiradas, y tres rechazadas. Ocho de ellas llevaban el sello de IU, y todas recibieron la anuencia del arco parlamentario. Su elaboración se realizó en colaboración con la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS). Por ejemplo, la que insta al Gobierno de Aragón a “articular criterios y mecanismos de compra pública ética, y el consumo de productos de comercio justo en las instituciones públicas”.
También la de promover y consolidar iniciativas de finanzas éticas y fomentar “la igualdad de género e impulsar el empoderamiento de las mujeres en el seno de las administraciones y de las instituciones”. Para IU, es necesario dotar de un nuevo enfoque a la cooperación al desarrollo “que se concentre en la eficacia del desarrollo en lugar de la de la ayuda”. Y para lograrlo, dicen, debe formalizarse una nueva arquitectura del desarrollo que sea «inclusiva, democrática y basada en los derechos humanos».
Existen, para la formación de izquierdas, varios elementos principales sobre los que debe pivotar este nuevo dibujo: “Protagonismo de los derechos humanos, reconocer el papel central de la reducción de la pobreza, la igualdad de género, la justicia social, el trabajo digno, con derechos y la sostenibilidad medio ambiental”.