Suralia es el espacio de comercio justo que la FAS (Federación Aragonesa de Solidaridad) tiene en la calle San Braulio 5-7, a la entrada del Centro Joaquín Roncal de la Fundación CAI-ASC. Charlamos allí, con olor a bizcocho recién hecho y un té delicioso, con Chus Sanz, vicepresidenta de la FAS, y Raquel García y Javier Parcero, responsables de Suralia que también pertenecen a la FAS.
Chus nos cuenta que hace ya más de veinte años, en 1994, se constituye la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) a partir de un pequeño grupo de entidades que se dedicaban a la cooperación al desarrollo en Aragón, aunque hoy en día ya son en torno a cincuenta: «El objetivo fundamental de formar la FAS fue conseguir reforzar la comunicación con las Administraciones y con la sociedad en general, para intentar mostrar la importancia que tienen los temas de cooperación al desarrollo. De hecho, se nota que la Administración acude mucho más a nosotras porque somos un portavoz de este tipo de entidades y, al fin y al cabo, les resulta más fácil porque representamos la manera de pensar de las que nos dedicamos a la cooperación al desarrollo. Lo que queremos demostrar es que este mundo puede funcionar de otra forma. Y ahí está la FAS para unir todas las fuerzas de todas las organizaciones y trabajar para conseguirlo».
Ante la pregunta de cómo se llegó a constituir este espacio, Chus nos dice que el tema del comercio justo es algo que siempre ha estado presente en la FAS, e incluso era la línea de trabajo de alguna de las entidades originarias, pero no se les había ocurrido crear un espacio como éste. «Hacían falta más espacios de comercio justo y sensibilización ―añade Javier― porque en Zaragoza sólo existían un par de ellos que estuvieran abiertos de forma permanentemente. Y fue la Fundación CAI la que ofreció el espacio y le propuso a la FAS crear el establecimiento.»
«Sí, ellos plantearon con buen criterio ―continúa Chus― que no querían ofrecerlo a una ONG en concreto, sino a alguien que pudiera representar las voces de muchas. Pero Suralia pretende ser muchas cosas: en primer lugar, una tienda, pero también quiere ser un espacio de sensibilización, un punto de referencia de las entidades, porque aunque trabajemos en ámbitos muy próximos, a veces hace falta un espacio para reunirse con los demás y levantar la vista de tu mesa de trabajo.»
«En el proceso de llevar a cabo el proyecto de Suralia participaron muchas ONG de la FAS. Existe un comité de comercio justo formado por ADECO, PROYDE y SETEM en su momento…, muchas organizaciones que trabajan el comercio justo y que están detrás de este espacio desde el principio hasta hoy en día» añade Javier.
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